El blanqueamiento dental está destinado a “aclarar” el color de los dientes. Es seguro siempre y cuando se realice bajo el control de su dentista. Los procedimientos varían en función de la causa por la que el diente se ha oscurecido.
Básicamente, estas técnicas consisten en la aplicación de distintos productos químicos (peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida) sobre la superficie del diente (en dientes vitales) o en el interior de la cámara pulpar del mismo (en dientes no vitales o endodonciados).
Es decir, puede blanquearse un diente que esté más oscuro que los demás o todos los dientes de la arcada. Los procedimientos, además, pueden realizarse en clínica, en casa o tratarse de un tratamiento combinado.
El tratamiento en casa con férulas transparentes es otra técnica sencilla, segura y poco invasiva para aclarar dientes vitales pigmentados y disminuir o eliminar manchas.